Lectores
domingo, 13 de febrero de 2011
Era una con ella
El santuario de la naturaleza tenia que estar en ella...
quien en su andar esparcia un aroma a camporales de rosas...
Su largo y oscuro cabello ondeaba al viento
como las olas del mar en una noche serena
y la pureza del himalaya se extendia por su blanca piel nivea.
El murmullo de los bosques se pronunciaba
en las palabras que brotaban de sus labios
y al estos suspirar emanaba un aliento tan fresco
como la brisa nocturna de los llanos.
y aquellos parpados se abrian como cortinas
hacia el mar salino que yacia en sus ojos
momento en el cual su rostro no era mas que bruma.
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¡¡Qué bonito!!
ResponderEliminarTe seguiré leyendo ;) ahora no me deja seguirte (google chrome... -.-), pero en cuanto se arregle, te seguiré, ¡me encantas!
Saludoss !
Gracias por leerme señorita Mae, que lindo ^^ mi primer comentario.
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